De acuerdo al informe “Pequeños en movimiento: Situación de los niños, niñas y adolescentes no acompañados o separados procedentes de Venezuela”, realizado por el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH-UCAB) se conoció que alrededor de 430 niños, niñas y adolescentes (NNA) salieron de Venezuela solos o junto a otros menores de edad entre octubre de 2020 y febrero 2021.
Ante esto, el documento expresó que es complicado llevar un cálculo certero de la cantidad de menores no acompañados, pues no poseen documentos de identificación y en la mayoría de los casos evaden cualquier contacto con las autoridades para evitar ser deportados. La investigación, basada en datos del portal Hijos Migrantes, dio a conocer diversas situaciones de la niñez venezolana en situación de movilidad, además indicó que para finales de 2020 había 1,9 millones de niños y adolescentes en situación de movilidad y de estos, 55% se han movilizado sin documentos.
Se cree que entre 2015 y 2019 aproximadamente 25.000 menores no acompañados o separados salieron del país, la mayoría de estos se trasladaron a pie y sus edades van desde los 12 a 17 años y suelen ser el hijo o hija mayor de su grupo familiar, sin embargo, el CDH-UCAB no logró obtener datos oficiales para confirmar su informe, aunque aseguró que es una aproximación razonable para ese tiempo. En este sentido, los NNA migrantes viajan por lo general en grupos que se conocen previamente o van juntándose en el camino. Pero, al cruzar la frontera se enfrentan a problemas de desinformación ya que no cuentan con un plan que les permita tener una mejor orientación de sus rutas, ante esto los NNA optan por avanzar a partir de recomendaciones por parte de otros caminantes
Según el informe, las niñas suelen establecerse más rápido que los varones, quienes suelen tener menor estabilidad y permanencia en un lugar. La mayoría de ellos deciden salir del país por la ausencia de oportunidades laborales y de estudio, además de otros factores familiares o personales. En algunos casos salen bajo el consentimiento de sus padres, pero en otros son los padres los que le colocan esta tarea como obligación para que ellos sean quienes les envíen dinero desde el extranjero.
Por otro lado, se presenta el caso de algunos NNA que son bachilleres, pero pueden acceder a universidades por no tener documentos de identificación y no contar con sus calificaciones apostilladas. Otros casos frecuentes son los de NNA separados por extraviarse en el camino perdiendo así el contacto con sus familiares. Ante estas movilizaciones, los riesgos varían de acuerdo a la edad y género. En el caso de las niñas el reclutamiento con fines de explotación sexual es lo que más les afecta, registrándose casos de embarazo precoz, por su parte los varones suelen ser víctimas de explotación en actividades de transporte, manejo de armas y procesamiento de drogas.
Gran parte de los NNA salen de Venezuela a través de la frontera con Brasil y en embarcaciones hacia Trinidad y Tobago, asimismo por la frontera entre Colombia y Venezuela para permanecer en territorio colombiano o continuar su ruta a otros países como Ecuador, Perú, Chile, Panamá, Norteamérica y hasta Uruguay, lo cual representa que este fenómeno ya abarca todo el continente.
Frente a la situación que se exponen los menores en movilidad, el Centro de Derechos Humanos de la UCAB sugirió hacer un gran énfasis en la prevención de la vulnerabilidad de derechos en los NNA no acompañados o separados a través del diseño de mecanismos de menores en riesgo, especialmente en las zonas fronterizas. Al mismo tiempo, afirmaron como importante que las instituciones de protección a la infancia y adolescencia puedan llevar campañas que promuevan la inclusión afectiva en el ambiente escolar, así como el desarrollo de políticas públicas sobre la niñez migrante en los países. Asimismo, recomendaron que la visa debe ser una excepción en casos de reunificación familiar de NNA no acompañados o separados. Vía El Pitazo.
Por Génesis Peña