Este jueves, el gobierno de EEUU presidido por, Joe Biden, emitió un comunicado donde informó la decisión de realizar un ataque aéreo contra grupos militantes respaldados por Irán en el este de Siria. Este es el primer ataque ordenado por el presidente, Joe Biden, en lo que va de su mandato.
«Bajo instrucciones del presidente Biden, las fuerzas militares de Estados Unidos realizaron esta noche ataques aéreos contra la infraestructura utilizada por grupos militantes respaldados por Irán en el este de Siria», manifestó la Casa Blanca a través de un comunicado. El ataque se llevó a cabo y ha dejado hasta el momento 17 personas fallecidas, aunque la cifra puede aumentar. De acuerdo a información de el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres y una amplia red de colaboradores en el terreno, indicó que al menos 22 combatientes de las Fuerzas de Movilización Popular, un grupo iraquí, en su mayoría chiítas respaldados por Teherán, murieron en ese ataque perpetrado por Washington.
A su vez, según información emitida por el Pentágono, este ataque se da en represalia por los ataques que se han dado recientemente con cohetes contra ubicaciones de las tropas de EEUU en Irak. Por esta razón, Biden, autorizó la acción. El atentado destruyó «múltiples instalaciones localizadas en punto de control fronterizo usado por varios grupos militantes apoyados por Irán», declaró John Kirby, portavoz del Departamento de Defensa estadounidense. Este ataque se da, luego de que se diera anteriormente un ataque con tres cohetes contra instalaciones ubicadas en Irak pertenecientes a las fuerzas de EEUU y la coalición que lucha contra el grupo del Estado Islámico.
Algunos de estos ataques se han desarrollado en Erbil, capital de la región kurda, el pasado 15 de febrero. En esta misión murió un civil, además de un contratista extranjero que trabajó con las fuerzas de la coalición, en el cual resultaron heridos varios contratistas estadounidenses y soldados. Por otro lado, en Bagdad, incluyendo la Zona Verde, que alberga la embajada de EEUU, cayeron recientemente misiles.
En este sentido, se presume que los ataques a Irak, los cuales fueron llevados por grupos que se estipula son comandados bajo la dirección de Irán, supusieron un desafío contra la nueva administración de Joe Biden, esto se da al mismo tiempo de abrirse la puerta para volver a negociar con Teherán sobre su programa nuclear. Dicho acuerdo tiene como objetivo paralizar las aspiraciones nucleares de Irán y no se le prestaba atención desde 2015, del cual además en 2018 salió Donald Trump. A pesar de todo esto, Washington considera como amenaza continua a Teherán para la seguridad de Oriente Medio.
Siria ha calificado el ataque auspiciado por Biden como «una agresión» de la nación estadounidense por los bombardeos contra milicias proiraníes en Siria, calificando el hecho además de “mal augurio” sobre la política del gobierno de Biden. “Esta agresión constituye un signo de mal augurio sobre las políticas de la nueva administración estadounidense”, indicó en un comunicado el ministerio de Relaciones Exteriores sirio.
“Siria condena en los términos más fuertes el cobarde ataque de Estados Unidos en áreas de Deir al-Zor, cerca de la frontera entre Siria e Irak que va contra las leyes internacionales y la carta estatutaria de la ONU (…) y alerta de que esta agresión traerá consecuencias», expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores. “Se supone que (el Gobierno estadounidense) debe ceñirse a la legitimidad internacional, no a la ley de la selva, como la previa administración”, se lee en el comunicado. (Vía DW y France 24)
Por Génesis Peña