El pasado martes 23 de marzo en la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas se aprobó la resolución sobre el impacto negativo que generan las sanciones estadounidenses en contra del territorio venezolano.
Los resultados de la votación fueron 30 países a favor, 15 en contra y 2 países que se abstuvieron, quienes fueron México y Armenia. Dentro de los países que votaron en contra se encuentran Austria, Brasil, Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Francia, Italia. (Vía Últimas Noticias)
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, al dar la noticia, expresó que “Es tan obvio su impacto, que, por ética elemental, los países que votaron en contra deberían perder su asiento en el Consejo”. (Vía Telesur)
Por otro lado, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, manifestó a través de su cuenta de Twitter que calificar a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria es la justificación que pretende usar Estados Unidos para aplicar medidas ilegales coercitivas unilaterales. “Deben cesar las acciones de sistemática agresión, intentos de desestabilización y asfixia económica contra este hermano país”, denunció el canciller cubano.
Sanciones de años
A partir del año 2017, Venezuela sufrió el impacto de las primeras sanciones estadounidenses en manos de Trump, al bloquear los activos de la administración de Maduro en el país norteamericano.
Ese mismo año, el país ya contaba con una caída económica durante el chavismo de 65% y hasta los días de hoy, se cuenta con una caída acumulada de 75%. ““El impacto de las sanciones tiene que ver con cuánto hubiese seguido cayendo Venezuela sin sanciones con respecto a cuánto cayó con sanciones; y esa diferencia es difícil de asignar” explicó el profesor de Economía del Desarrollo de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann. (Vía El País)
Estas sanciones generan un bloqueo y establecen un límite a los ingresos del gobierno, en los que también entran las rentas petroleras. Estados Unidos reconoce que estas contribuyeron y contribuyen al declive de la economía nacional por sus factores característicos. “Las sanciones, particularmente aquellas impuestas a la compañía petrolera estatal en 2019 (PDVSA), probablemente contribuyeron al declive más pronunciado de la economía venezolana, principalmente al limitar los ingresos de la producción de petróleo” indica el reporte de la Oficina de Rendición de Cuentas (GAO, por sus siglas en inglés). No obstante, la situación actual también se le atribuye al mal manejo de la petrolera estatal y consecuentemente la caída de los precios del petróleo.
Pero, por otro lado, la administración de Joe Biden y su nuevo equipo manifestaron que se realizará una investigación y revisión completa de los programas en que se encuentran todas las sanciones anteriores, así como “los efectos adversos en temas humanitarios, especialmente de los últimos cinco años y eso incluirá a Venezuela, porque Venezuela ha sido uno de los países más sancionados junto a Siria, Corea del Norte y China”. Así lo indicó Justin Bartlett, investigador parte del Centro para la Nueva Seguridad Americana.
Por Ándreína Barboza