De acuerdo a la fundación Human Rights Defense Curacao (HRDC) durante el fin de semana del 28 de mayo seis refugiados venezolanos, que estaban en el Centro de Detención de Curazao (SDKK) se declararon en huelga de hambre por el “empeoramiento de las condiciones inhumanas que sufren en ese lugar”. Algunos de ellos se encuentran detenidos desde septiembre de 2020 y no tienen información clara sobre su situación, además presentan problemas de salud.
“Los refugiados han estado en huelga de hambre desde el 27 de mayo, protestan contra la arbitrariedad, la duración irrazonable e injusta de su detención, ante la falta estructural de información y el exceso de polvo producido por trabajos de construcción y demolición cercanos, que les han causado importantes problemas de salud”, dijo HRDC en un comunicado. Según HRDC, los refugiados privados de libertad no cuentan con recursos higiénicos razonables como jabón para lavar la ropa ni productos de aseo personal. Vía El Nacional.
A través de un comunicado vía Facebook la organización destacó que esta situación viene presentándose durante años y no ha cambiado “a pesar de los numerosos informes y recordatorios de organizaciones internacionales y el gobierno holandés”. Es por ello, que los refugiados decidieron hacer huelga de hambre ante las críticas condiciones a las que se enfrentan, algunos de ellos ya llevan meses detenidos sin acceso a información.
Esta situación viene denunciándose desde hace un tiempo. En las primeras semanas de mayo la Human Rights Defense Curacao también denunció a las autoridades de Willemstad, capital de Curacao, por encerrar a migrantes venezolanos indocumentados junto a presuntos delincuentes comunes en el Centro de Detención de Curazao, lo cual incumple con el Convenio Europeo de Derechos Humanos. “Estar encarcelados con presuntos delincuentes, incluidas personas sospechosas de delitos graves, genera problemas de salud para los migrantes que ya están muy traumatizados. Esto se expresa en miedo y desconfianza, problemas psicológicos y la sensación de ser tratado injustamente como un delincuente”, explicó HRDC en un comunicado.
Además dieron a conocer que debido a la “presión psicológica” que vienen enfrentando varios migrantes, quienes cuentan con medidas legales de protección, están a punto de renunciar a sus derechos ya que insisten que no soportan permanecer en el SDKK y prefieren regresar a Venezuela. Por su parte, la organización informó que la detención penal no es igual a la de los migrantes que es naturaleza administrativa y esto no permite que pueda ser de naturaleza punitiva. “Las degradantes condiciones actuales son contrarias al carácter administrativo de la detención de inmigrantes y refugiados. Las Reglas Penitenciarias Europeas destacan que ‘una prisión no es por definición un lugar adecuado para detener a alguien que no es sospechoso ni condenado por un delito’”, puntualizó la ONG.
Asimismo, la organización destacó que las condiciones de los centros de inmigrantes se han deteriorado marcadamente con el pasar del tiempo. “Los migrantes están encerrados en sus celdas porque los presuntos delincuentes tienen que participar en actividades y no hay suficiente personal calificado para vigilar a los refugiados”. Vía El Nacional.
Por Génesis Peña