Ante el temor de que las vacunas no han demostrado una eficacia muy alta hacia las nuevas variantes del coronavirus, el Reino Unido ha endurecido las restricciones hacia los viajeros que deseen entrar al país.
El gobierno de Boris Johnson se ha propuesto frenar la llegada de variantes como la sudafricana al país, y es por esto que ha aumentado las restricciones. A partir del próximo lunes 15 de febrero se le exigirá a todos los viajeros presentar la prueba PCR con resultado negativo realizada 72 horas antes del viaje como máximo; además de esto, deberán permanecer aislados durante 10 días en un hotel, luego someterse a dos pruebas más en el segundo y octavo día de este aislamiento. Todo esto deberá ser financiado por el viajero, lo que da un aproximado de 2.400 dólares. (vía El País)
Existe una lista roja en la cual se incluye a países como Panamá, Sudáfrica y Emiratos Árabes, con los cuáles el Reino Unido estará más pendiente de los pasajeros que provengan de alguna de esas naciones. Esta lista roja está continuamente en revisión y de ser necesario, incluirá más países. A las personas que hayan estado en alguno de esos países se les hará un poco más complicada la entrada y en caso de que mientan sobre sus paraderos más recientes, se estarían enfrentando hasta 10 años de prisión, siendo este el castigo máximo. (vía BBC Mundo)
Además de esto, Matt Hancock, ministro de Sanidad del Reino Unido, anunció que las aerolíneas están en la obligación de comprobar y velar porque todos los usuarios cumplan con las nuevas reglas de seguridad. Asimismo, anunció una serie de multas: si no se realiza la prueba PCR antes del viaje, deberá pagar 1.140 euros; si evita realizarse la segunda prueba ya estando en el Reino Unido la multa será de 2.300 euros; y, para aquellos que deban pasar 10 días de aislamiento en un hotel y que intenten esquivar este mandato, se enfrentan a una sanción de entre 5.700 y 11.400 euros.
“Las personas que no sigan las reglas están poniendo a todos en riesgo” señaló el ministro de Sanidad. La contraparte fue el ex parlamentario Dominic Grieve, perteneciente al partido conservador, quien asegura que la pena de 10 años de cárcel es un “error, exagerada y completamente desproporcionada”. Además, Grieve dijo para la BBC que “la realidad es que nadie puede recibir esa sentencia. Las cortes penales no las impondrán”. (vía BBC Mundo)
Con respecto a las nuevas medidas para ingresar al país, Edward Argarm secretario de Estado de Sanidad del Reino Unido, declaró que “No se trata de la cepa dominante en el país, las cifras no se acercan a las del virus común, al que nos enfrentamos desde el año pasado, ni a las de la variante británica, que es hoy la prevalente”
Por los momentos, en Reino Unido se han detectado 147 casos de la variante sudafricana del virus. Reino Unido es uno de los países que tiene un mayor ritmo de vacunación masiva; además, las cifras de contagios y de muertes por la COVID-19 ya están descendiendo por primera vez desde mediados de diciembre, cuando alcanzó su punto más alto. (vía El País)
Por Ángela Solá