Este lunes el Ejército de Myanmar anunció que había tomado, nuevamente, las riendas del país. Hace una década, se hizo el cambio de un gobierno regido por militares a un gobierno civil.
El ejército, ocupó el poder entre los años 1962 y 2011; de hecho, aún mantenía ciertos atisbos de poder durante la gestión que venía desempeñando el cargo desde el año 2015. El golpe se hizo para manifestar y consolidar el desacuerdo con el triunfo electoral del 8 de noviembre de Aung San Suu Kyi y el de su partido Liga Nacional por la Democracia (NLD por sus siglas en inglés).
Por los momentos, Aung San Suu Kyi, ganadora del premio Nobel de la paz, líderes civiles, el presidente Win Myint y los gobernadores de distintas regiones se encuentran detenidos. Mediante un mensaje transmitido por televisión, los jefes militares declararon estado de emergencia, el control del país a cargo del jefe del Estado Mayor, Min Aung Hlain; su mandato se prolongará al menos un año hasta que se celebren nuevas elecciones.
El partido de Aung San Suu Kyi, la NLD, emitió un comunicado en donde exhorta a la gente a no aceptar lo que está ocurriendo, además, hace un llamado a “defender y protestar contra este golpe del ejército”. (vía El País)
Dado que el argumento que están utilizando es que los resultados de las elecciones pasadas fueron fraudulentos, Myint Swe, ex general y ex vicepresidente del país, aseguró mediante una declaración firmada que “La UEC (comisión electoral) no logró resolver las enormes irregularidades en las listas de votantes en las elecciones generales multipartidistas que se llevaron a cabo el 8 de noviembre el 2020”. Hasta los momentos no hay pruebas contundentes de que esto haya sido así.
La comunidad internacional no se demoró en pronunciarse con respecto a lo que está pasando en Myanmar. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, hizo un llamado a los militares para que dejen el poder inmediatamente y pidió reconsiderar aquellas sanciones que se habían levantado cuando el país inició su transición a la democracia. “La comunidad internacional se debería unir en una sola voz para presionar a los militares birmanos para que dejen el poder”. (vía BBC Mundo)
Por otra parte, Josep Borrell, Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, comunicó vía Twitter “Condeno enérgicamente el golpe de estado llevado a cabo por militares en Myanmar y pido la liberación inmediata de los detenidos. Los resultados de las elecciones y la constitución deben ser respetados. La gente de Myanmar quiere democracia. La UE se mantiene con ellos”. (vía DW)
Úrsula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, respondió al mensaje de Borrel y le agregó que “El gobierno civil legítimo debe ser restituido, de acuerdo con la constitución del país y las elecciones de noviembre. Pido la liberación inmediata e incondicional de todos los detenidos”. (vía DW)
Por Ángela Solá